domingo, 9 de febrero de 2014

El Chi Kung y sus Modalidades

Por el prof. Alejandro Díaz Manzanelli

   En tanto “Acupuntura en Movimiento”,  “Gimnasia Pasiva”, “Danza Antistress”, “Arte de Autorrealización” y tantas otras denominaciones atribuidas desde sus lejanos orígenes en el Paleolítico Chino, el Chi Kung se cultiva con diversos fines. Esto ha dado lugar a las múltiples “Chia” (“Escuelas” o “Tendencias”), las cuales son variadísimas y pueden caracterizarse por una finalidad más o menos común. Las más extendidas mundialmente y que suman mayor cantidad de adeptos hoy en día serían las siguientes:


CHI KUNG TAOÍSTA: tiende a la fusión del practicante con el latir del Universo, o al menos a su adaptación íntima con los ritmos de la Naturaleza. Esta “chia” afirma que si el hombre se adapta a la misma, ninguna fuerza podrá afectarlo. El ejemplo más notable lo constituyeron los “Yu Ren” (“Hombres Ocultos”,  ermitaños que se retiraban a las montañas para vivir “de la Niebla y el Rocío”) a los que se les atribuían diversos poderes místicos (sanación, bilocación, multilocación, invisibilidad, inmortalidad, penetración de la materia, levitación,  poder de vuelo, don de comunicación con los animales, facultad de cambiar el clima, etc). El canon más importante del Taoísmo es el “Tao Te Ching” o “Clásico del Tao y su Realización” escrito por Lao Tzé  hacia el siglo VI a. C. Es el escrito más traducido después de “La Biblia”. Asimismo, es la “Biblia” de todo Chi Kung.

CHI KUNG BUDISTA: Se remonta al siglo VI a. C. con la prédica de Siddarta Gautama Sakyamuni, el Buda, y tiene muchos puntos de contacto con el Chi Kung Taoísta. Busca eliminar el sufrimiento que producen las situaciones que afectan al cuerpo (nacimiento, enfermedad, decrepitud, muerte, dolor, etc) tomando conciencia de la falsedad de un Yo en conflicto con las cosas, y de la verdad de un “Yo indiferenciado”(que ya no es Yo) que abarca todo lo que existe (“Buddeidad”). Al considerar la totalidad de la Realidad como uno mismo, cesa el conflicto y surge una gran compasión por todo ser viviente o existente. De esta manera, el Budismo y el Chi Kung Budista tienden un importante puente con “el amor a toda Criatura” de San Francisco de Asís, San Martín de Porres y San Antonio del Desierto. Algunas ‘chia’ budistas  se enfocan en liberar la esencia verdadera (algo parecido al “alma”) para que no renazca como un Yo separado y repita el ciclo de dolor (“dukka”). Uno de sus más notables representantes es el monje Ta Mo (“Bodhidharma”), quien arribó a China desde la India en el siglo VI d. C. y fundó las artes budistas del Templo del Pequeño Bosque (“Shao Lín”).

 


CHI KUNG CONFUCIANO: Se origina con Kong Fu Tzé (“Confucio”) en el siglo VI   a. C. Pone énfasis en el cultivo del cuerpo y la mente en tanto legado del Cielo para poner orden en el mundo. Busca conocer y aplicar las bisagras que explican los movimientos del Universo, enfatizando las artes musicales y el estudio de obras ejemplares, como el “I Ching” o “Canon de lo Claro y Sencillo”, los  “Anales de Primavera y Otoño” (clásico histórico que explica las conductas que prosperan o hunden a una civilización), el “Canon de los Ritos”, el “Canon de los Cantos” y el “Canon de la Historia”. Asimismo, busca formar personas de altísima virtud y sabiduría para ennoblecer la relación del hombre con sus pares humanos y seres de la Naturaleza. En ese sentido, el Rito se vuelve el lenguaje fundamental para comunicarse y practicar las conductas virtuosas hacia los seres del mundo. Los ejercicios confucianos son muy contemplativos y se llevan a cabo en cualquier circunstancia, aún cuando se trate de tareas cotidianas o en pleno corazón del ruido.

CHI KUNG LAMAÍSTA: Producto de la histórica fusión del chamanismo-mediumnismo tibetano (“Bon-po”) con el Budismo hindú y chino, busca la verdadera Bienaventuranza a través de prácticas psicofísicas, mantras,  formas devocionales y piadosa consideración del prójimo. Históricamente, se considera “lamas” a los sacerdotes de mayor rango a quienes se les atribuyen todo tipo de poderes mágicos y facultades de sanación, levitación, bilocación, mediumnidad, telepatía, transformación en animales, autotraslado a distancia, etc. En los últimos años, el Budismo y Chi Kung Lamaísta han recibido un importante impulso debido a la labor de difusión del actor Richard Gere sobre la figura del lama Tenzin Giatso o Dalai Lama, representante de un importante sector de la vertiente Gelug o “gorros amarillos”, siendo el Panchén Lama el representante del otro sector. Otras importantes vertientes lamaístas son la Kagyu (“gorros rojos”), Sakya (“de las 3 rayas”) y Niyingma (“gorros negros”).




CHI KUNG MÉDICO: Su fin es preservar la vida y evitar daños. Es el Chi Kung de los antiguos “Fang Shih” (“Recetadores”), que hoy se aplica en forma de terapia específica para todo tipo de enfermedades. Constituye una de las 4 patas del corpus de la Medicina Tradicional China, junto a la Herborística, la Dietética y la Acupuntura.



CHI KUNG DE GUERRA: Constituido por estilos que buscaban entrenar al adepto para acumular fuertes cantidades de energía a fin de defender su aldea o feudo. Enfatizan la optimización infinita de los niveles de resistencia, ataque y defensa. Su versión suavizada la constituyen las conocidas Artes Marciales.


CHI KUNG CAMPESINO: Reservado a la familia ampliada que daba origen a la aldea, busca sencillamente gozar en forma venturosa la belleza de la vida. A menudo, estos estilos llevan el nombre del apellido familiar del cual surgieron. Difícilmente se enseña fuera de la aldea, constituyendo una paradójica excepción los estilos de Gran Forma (“Ta Jiá”) conocidos y difundidos como “Tai Chi Chuan”, pertenecientes a las familias chinas Chen, Yang, Wu, Wu’u y Sun.

CHI KUNG PATRIÓTICO: Nos referimos aquí a las modificaciones que ha recibido el Chi Kung a fin de aplicarlo a desarrollo, defensa o revoluciones a escala nacional, siendo que no existe una escuela patriótica propiamente dicha. La historia china rebosa en ejemplos. Entre ellos podemos citar la rebelión de los Turbantes Amarillos contra la dinastía Han hacia fines del siglo II. d. C., cuyos miembros estaban ligados a grupos campesinos taoístas; la revolución contra la dominación Manchú y las potencias europeas por parte de la Sociedad de la Justicia y la Armonía (Yi He Tuan) hacia fines del s. XIX y albores del XX, llamados boxers por los soldados ingleses debido a su habilidad para combatir con manos y puños; o la formación psicofísica con que Mao Tsé Tung intentó formar a los Guardias Rojos mediante ejercitaciones multitudinarias. También es muy conocida la pericia en el arte del Tai Chi Chuan que exhibía Ho Chi Minh, padre del Vietnam contemporáneo. Hoy en día, el arte del Chi Kung está prescripto en el artículo 20 de la Constitución Nacional de China, y su práctica se promueve en casi todos los países de Extremo Oriente para mantener a la población sana, con su mente lúcida y con una alta capacidad de trabajo. Dado que los "tigres asiáticos" contemporáneos cuentan con escasos recursos naturales para abastecer poblaciones numerosas, la formación en Chi Kung disminuye el deterioro sanitario de los habitantes manteniendo un presupuesto moderado en áreas de salud, aumenta su capacidad de trabajo para sus necesidades de alta producción, y mejora la capacidad mental en los establecimientos educativos de nivel superior, considerados vitales para crear soluciones.-





No hay comentarios:

Publicar un comentario